Gremio de aventureros de Terrinoth

2022 / 11 / 18

Reinos de Terrinoth es un suplemento para el juego GENESYS que te permite utilizar el Sistema de Dados Narrativos de Fantasy Flight Games para jugar en el mismo mundo de fantasía épica en el que se ambientan los juegos de mesa Descent, Runewars y Runebound.  En Reinos de Terrinoth te meterás en la piel de un héroe legendario dispuesto a empuñar su espada o desatar toda la magia contenida en su grimorio para hacer frente a muertos vivientes, dragones y toda clase de demonios. Tanto si eliges ser un noble defensor de todo lo que es bueno y justo como si prefieres encarnar a un astuto granuja o a un poderoso hechicero, entre sus páginas encontrarás toda la información que necesitas.

Hoy queremos hablarte de una parte fundamental del proceso de creación de personajes de Reinos de Terrinoth: las profesiones. Estas, además de sustituir a las incluidas en el manual básico de GENESYS, nos permitirán determinar cierto nivel de especialización y personalización, además del equipo inicial de nuestro personaje. 

Empezamos con los discípulos, místicos especializados en ayudar al prójimo que obtienen su poder solicitando el inescrutable favor de los dioses o valiéndose de su propia determinación. Ya sea canalizando las benditas llamas de Kellos o recorriendo la Senda de las Estrellas de los elfos Iatari, siguiendo las tradiciones druídicas de Kurnos o adorando a alguna de las innumerables deidades que velan por el mundo. Si algo tienen en común todos ellos es su propensión a ayudar al prójimo, ya sea con la ayuda de sus poderes de curación, proporcionando orientación religiosa o bendiciendo armas para la batalla. La gran mayoría procede de monasterios aislados o grandes templos y siguen códigos de conducta estrictos que habitualmente exigen prestar un juramento inquebrantable. 

Por su parte, los emisarios son auténticos maestros de la negociación, la persuasión y las intrigas sociales. Se trata de personajes carismáticos que tienden a convertirse en portavoces de sus grupos a la hora de cerrar acuerdos y convencer a terceros para que les presten su ayuda, revelen sus secretos mejor guardados o compren cualquier argumento disparatado y, posiblemente, incierto. No importa si son de origen noble o si son bardos del Circo Ambulante e incluso embajadores de los elfos Iatari, allí donde la espada o el conjuro se revelan como herramientas poco sofisticadas e insuficientes, los emisarios son capaces de salvar el día con sus palabras. 

Los eruditos dominan los secretos del mundo natural y de las culturas que lo habitan, siendo firmes partidarios del viejo dicho que reza “el conocimiento es poder”. Los miles de años de sabiduría acumulada por las varias civilizaciones del mundo, tanto las contemporáneas como aquellas que ya han desaparecido, se encuentra frente a nuestras mismísimas narices y solo hace falta alguien con el interés suficiente como para hacerse con ella. Los eruditos son especialistas en encontrar estas crónicas perdidas allá donde van, ya sean las viejas señales que el Enjambre de Langostas grabó en los hitos fronterizos de la isla de Hernfar, las estatuas de los djinn que brotaron de las arenas de Al-Kalim o las relucientes escamas de sierpe abisal que decoran los buques mercantes de las Torue Albes. Hay tantas clases de eruditos como de secretos: podrías ser un alquimista gnomo especialista en elixires curativos y bombas ácidas, un artesano enano capaz de forjar armas y armaduras o un estudioso de las runas capaz de desentrañar los secretos más antiguos… Y por supuesto, su poder. 

<< (…) Un mundo moldeado por la magia como es Mennara tenía que contar con hechiceros capaces de controlar las energías arcanas de la Verto Magica, pero también con aquellos que podrían haber emprendido el sinuoso camino de la magia por casualidad tras descubrir un poderoso artefacto o una reliquia de tiempos pasados. >>

Todos los mundos de fantasía cuentan con un explorador y Terrinoth no iba a ser menos. Viajeros y trotamundos, los exploradores están más habituados a vivir en plena naturaleza que en las angostas calles de las ciudades. Son expertos cazadores y rastreadores, por lo que muchas facciones los emplean como vanguardia de sus ejércitos. Los jinetes de linceón de los elfos latari y los montaraces de Daqan, por ejemplo, actúan como punta de lanza de sus respectivas legiones adentrándose en territorio enemigo. Por el contrario, los inquisidores y cazarrecompensas prefieren viajar en solitario mientras persiguen sus objetivos, ya sean presas humanas o animales. 

Bribones, maleantes y granujas

Solo hay algo más poderoso que una hoja veloz: una hoja veloz dirigida por un ingenio vivo. Terrinoth está literalmente repleta de toda clase de bribones, maleantes y granujas que recurren a la picaresca para ganarse el pan. Desde los distritos mercantiles de Tamalir hasta las sinuosas calles de Último Refugio y un millar de guaridas clandestinas, los granujas adoptan formas muy diferentes, desde violentos piratas de la Costa sin Reyes hasta los enigmáticos y letales asesinos de los templos marciales de Al-Kalim, los astutos bandidos al acecho en la espesura de las Tierras Fronterizas o los avispados tahúres y timadores, o simples carteristas de las Ciudades Libres. 

Donde hay monstruos y espadas con las que combatirlos necesariamente tiene que haber guerreros, aquellos que han dedicado su vida a dominar el acero. No importa si prefieren usar la fuerza bruta para acabar con sus enemigos, una armadura pesada para absorber los golpes que de otra forma acabarían con sus compañeros o una combinación de velocidad y habilidad para esquivar los ataques y responder con mortíferas estocadas: un guerrero nunca rehuye el combate. Su origen, obviamente, es muy diverso: en las baronías de Dagan son caballeros a la antigua usanza, en la Ciudadela son alguaciles y entre los weik son berserkers capaces de desatar toda su furia en el campo de batalla. 

Un mundo moldeado por la magia como es Mennara tenía que contar con hechiceros capaces de controlar las energías arcanas de la Verto Magica, pero también con aquellos que podrían haber emprendido el sinuoso camino de la magia por casualidad tras descubrir un poderoso artefacto o una reliquia de tiempos pasados. Cada esquina del mundo posee sus propias tradiciones mágicas, por lo que podremos ser magos cortesanos de Terrinoth, pero también discípulos de las academias de hechicería de Al-Kalim… Todos comparten la comprensión de misterios más viejos que la misma creación con los que despachar a sus enemigos a golpe de conjuro. 

Finalmente tenemos a los primordialistas, aquellos capaces de dominar a las deidades salvajes y a las fuerzas de la naturaleza. Estos lanzadores de conjuros suelen ser escogidos por su pueblo como avatares de algún dios o poderosa fuerza de la naturaleza y son capaces de canalizar el poder de la tormenta a través de sus almas. Algunos proceden de los más remotos confines del mundo y veneran a dioses vivientes, como los hechiceros singhara de Zanaga que rinden culto a Hamzah, el Señor de la Manada. Otros, como los ancianos onoit de Isheim, los silvanistas elfos y los portavoces de espíritus de las tribus orcas de las Llanuras Quebradas, están en perfecta sintonía con su entorno. Ser un primordialista implica conjurar las formidables fuerzas de la naturaleza para alterar el clima, apoyar a sus aliados o incluso invocar espíritus benignos para que los defiendan. 

Mucho queda por contar sobre este fascinante mundo de aventuras, pero esperamos que este breve repaso a las profesiones de Reinos de Terrinoth te haya intrigado lo suficiente como para darle una oportunidad a una ambientación que consigue